Gritos y susurros (1972)

En la Suecia de principios de siglo, Agnes, enferma de cáncer y agonizante, recibe la visita de sus hermanas Karin y Maria en su mansión rural aislada. A medida que la condición de Agnes se deteriora y el manejo del dolor se vuelve cada vez más difícil, el miedo y la repulsión se apoderan de las hermanas, que parecen incapaces de sentir empatía, y el único consuelo y consuelo de Agnes proviene de su doncella Anna. A medida que se acerca el final, los sentimientos reprimidos durante mucho tiempo de resentimiento y desconfianza hacen que afloren los celos, el egoísmo y la amargura entre los hermanos.