Las amantes del vampiro (1970)

Se llama a la condesa para atender a una amiga enferma e impone al general que acepte a su hija Marcilla como huésped. Sin embargo, algunos aldeanos comienzan a morir, y la hija del general, Laura, pronto se debilita y palidece, pero Marcilla está allí para consolarla. Los aldeanos comienzan a susurrar sobre los vampiros cuando Marcilla encuentra otra familia en la cual imponerse. El patrón se repite cuando Emma se enferma, pero el general no puede descansar y busca el consejo del barón Hartog, quien una vez dio un golpe decisivo contra una familia de vampiros. Bueno, casi.