Una mamá sin freno (1974)

Cuando el amante de Wilma McClatchie (Angie Dickinson) es asesinado por agentes del FBI, ella se hace cargo de su negocio de alcohol ilegal, pero no es suficiente para mantenerla a ella y a sus hijas, Polly (Robbie Lee) y Billy Jean (Susan Sennett). Con pocas opciones, la familia deja Texas para ir a California, y se entrega a una imprudente vida criminal en el camino. Entre atracos y secuestros, se topan con un estafador (William Shatner) y un empalagoso ladrón de bancos (Tom Skerritt), quien efectivamente seduce a las tres mujeres.