Kincskeresö kisködmön (1973)

¿Quién no conoce el cuento íntimo de Ferenc Mora sobre el pequeño Bicebocar, el viejo bacsir Kusmodi y el pequeño comerciante buscador de tesoros? La obanya explota como consecuencia de un accidente accidental, Biceboca pierde durante años a su único hijo, bacsi Kusmodi. Ferkoek me dejó llevar al pequeño arvat. Ferko hace servicios más pequeños y compra kortmusiks krajcaroker antiguos. Sin embargo, la música es solo para niños buenos. Las cosas buenas y malas de Ferko tienen una diferencia de género; cuando eres pequeño, ese año pasa rápido. O pensemos cuando Egbelato es atacado por un remordimiento de conciencia porque su mejor amigo corrige su tesis. Sin embargo, la minimercancía que busca tesoros también calienta las almas de los malhechores.