Pasiáns (1977)

La estudiante Eva (Jana Bousková) sube una cuesta empinada para intentar tomar un autobús, pero se tuerce el tobillo y el autobús no la espera. No habrá otro autobús hasta el día siguiente, por lo que Eva regresa a la casa de campo de sus padres, donde ha estado estudiando sola durante varios días. Encuentra la puerta abierta y dentro un joven, Dusan (Jan Hrusínský), que se comporta como si estuviera en casa. Eva está un poco asustada y por eso se hace pasar por una transeúnte casual que no puede ir más lejos a causa de su tobillo lesionado. El niño le ofrece una cama para pasar la noche. Él también trae un poco de brandy de ciruela, brindan el uno por el otro y Eva comienza a jugar Patience.