Most (1969)

Para frenar la ofensiva alemana, los partisanos envían un equipo de élite de expertos en explosivos para volar un puente de importancia estratégica. Además de estar fuertemente vigilado, ese puente es casi indestructible y el único hombre que conoce los puntos débiles de la construcción es el arquitecto que lo construyó. Sin embargo, se muestra reacio a cooperar porque no quiere que su obra maestra sea destruida.