Kam nikdo nesmi (1979)

Lucie Rýdlová es encontrada muerta en un automóvil destruido después de un accidente nocturno. La posición del asiento muestra que no pudo haber estado conduciendo, y la disección prueba que había muerto unas cuatro horas después del accidente. Es seguro que una asistencia médica oportuna podría haberle salvado la vida. Lucie, una tenista muy joven, vivía con su abuela, porque sus padres habían estado trabajando en el extranjero. Los criminalistas descubrieron que la chica estaba saliendo con el intérprete Valenta (Eduard Cupák), veinte años mayor que ella, divorciado y un poco egoísta.