Mamita querida (1981)

La relación entre Christina Crawford y su madre adoptiva Joan Crawford se presenta desde el punto de vista de Christina. Incapaz de tener hijos, a Joan, en 1940, se le negaron los hijos a través de agencias de adopción regulares debido a su doble estado de divorciada y al hecho de ser una persona soltera que trabaja. Su amante en ese momento, el abogado de Metro-Goldwyn-Mayer, Greg Savitt, pudo pasar por un corretaje para adoptar una niña, que sería Christina, la primera de los cuatro hijos adoptivos de Joan. Joan cree que su propia educación difícil la ha convertido en una persona más fuerte y decide que, si bien proporciona las comodidades que una actriz exitosa de Hollywood puede permitirse, no consentirá a Christina ni a sus otros hijos, trata a Christina más como una competidora que como una hija . El trato de Joan a Christina es a menudo pasivo-agresivo, alimentado tanto por los altibajos de su carrera, el narcisismo que acompaña a ser actriz y el abuso del alcohol, especialmente durante los momentos de poca intensidad. Sin embargo, Joan ve muchas de sus acciones hacia Christina cuando Christina la provoca deliberadamente. A pesar del abuso físico y emocional que Joan le arroja a Christina en el transcurso de su relación, Christina, que a menudo se pregunta por qué Joan la adoptó viendo el abuso, aparentemente todavía quiere el amor de su madre hasta el final.