Esperemos que sea mujer (1986)

Elena vive en una granja toscana, separada de su ineficaz esposo Leonardo, quien está más preocupado por su amante Lolli que por su esposa o sus dos hijas, Franca y Malvina. Esta colección de figuras femeninas que habitan un mundo prácticamente sin hombres se completa con la hermana de Elena, Claudia, y el ama de llaves Fosca. El único varón en la casa es un tío anciano senil que pasa la mayor parte de su tiempo tejiendo. Este entorno femenino inusualmente estable se ve sacudido repentinamente por varias crisis.