Agua y jabón (1983)

Una actriz nacida en Italia convertida en madre de escenario lleva a su hija Sandy a Roma para trabajar durante tres meses como supermodelo. Sandy, que está entre "agua y jabón" y la feminidad, necesita un tutor. Mamá quiere al erudito Padre Spinelli, pero cuando llama a su escuela, se encuentra con Rolando, un conserje que anhela enseñar. Está arruinado, tan vestido como un sacerdote, aparece para tomar el trabajo. Es un excelente maestro, pero Sandy pronto se da cuenta de que no es Spinelli y se mantendrá callado solo si la saca con el pretexto de estudiar. Cuando mamá conoce al verdadero Spinelli y despide al niño Rolando, Sandy se pone de mal humor; luego descubre cómo actuar sobre sus sentimientos por Rolando y su madurez emergente.