La premisa de la película es un troll llamado Trantor que roba las almas de los niños y los convierte en muñecos de madera para recuperar su ejército de trolls. Es más aterrador de lo que parece, es muy cursi y las partes que deben dar miedo son en realidad divertidas. Los niños pueden manejarlo.
El público que espera una salida puramente tonta de Ernest puede sorprenderse con los momentos más aterradores de la película, donde el malvado troll acecha y ataca a los niños. Una atmósfera espeluznante, un diseño de sonido, una mala dirección y efectos de monstruos viscosos se emplean para crear un nivel considerable de miedo durante estas escenas, que se reproducen directamente en contraste con el resto del tono cómico de la película.
El diseño de Trantor y los otros trolls fue creado por destacados artistas de efectos, los Chiodo Bros (Killer Klowns from Outer Space). Son asquerosos, feos y de aspecto bastante surrealista, con mucha baba y rasgos exagerados (narices bulbosas, orejas grandes, dientes nudosos, etc.). Puede resultar aterrador para algunos niños.