Darrow (1991)

En la década de 1890, Clarence Darrow era un abogado corporativo de ferrocarriles que tuvo una crisis de conciencia cuando vio la difícil situación de los desfavorecidos. En respuesta, Darrow renuncia a luchar en los tribunales en su nombre. En una carrera que lo marcaría como el Abogado de los Condenados, seguimos la vida de Darrow a través de sus altibajos, como sus victorias laborales, hasta el punto más bajo del desesperado juicio de McNamara que lo acusó de manipulación del jurado. Después de todo eso, reconstruye su vida como un maestro abogado defensor penal que lo llevaría a uno de sus mejores casos con el juicio de Leopold y Loeb.