Stuck with Each Other (1989)

Dos desafortunados neoyorquinos, un vendedor (Richard Crenna) y una secretaria (Tyne Daly), se presentan en la oficina una mañana y descubren que su jefe ha caído muerto, dejando atrás una caja fuerte abierta que contenía 964.000 dólares que no debería tener. Se reparten los fondos ilícitos y son perseguidos inmediatamente por dos matones de orejas gruesas (Michael J. Pollard, Bubba Smith). Durante el resto de la película, Crenna y Daly forman un frente unido contra los malos a regañadientes.