Quiero volar (1991)

Martina es una dama profesional cuyos clientes son inofensivos aunque excéntricos; se ve a sí misma como una trabajadora social. El tímido Maurizio dobla el sonido de los dibujos animados, mientras que su extrovertido hermano dobla material más descarado y consigue a las chicas. Después de que Maurizio ayuda accidentalmente a Martina en algunas de sus asignaciones, ella decide averiguar si él quiere ayudar regularmente. Ya sea que se trate o no de la posibilidad de un romance, Maurizio se horroriza al descubrir en su primera cita que sus manos han sido reemplazadas por unas de dibujos animados con mente propia.