Propósitos Perversos (1993)

El comandante Dalgleish de Scotland Yard investiga el aparente asesinato de un conocido autor que aparece flotando en un bote con las manos cortadas. El hombre, Maurice Seton, había sido expulsado recientemente de un club privado cuando lo sorprendieron fotografiando a algunos de sus miembros en las mesas de juego. El club había estado bajo sospecha de lavado de grandes cantidades de dinero en efectivo y había sido objeto de una investigación policial durante algún tiempo. El caso se vuelve más complejo cuando la autopsia revela que Seton murió por causas naturales y que le habían quitado las manos post mortem. A medida que avanza la investigación, parece no haber fin en el número de personas a las que les gustaría haber visto muerto a Seton, incluido su hermano Digby, que heredará, y el crítico literario Oliver Latham, que estaba perpetuamente endeudado. En su vida personal, la relación de Dalgleish con Deborah Riscoe llega a una encrucijada cuando la investigación interfiere en su vida privada.