Todo por nada (1995)

Angel celebra el nacimiento de su hija tomando su primera calada de crack. Con el apoyo vacilante de su esposa, Monika, se une a un amigo suyo para vender drogas por un corto tiempo, tiempo suficiente para salir de deudas y comprar algunas cosas bonitas para la familia. Tres años más tarde, Angel sigue traficando y no ha ahorrado dinero, sino que lo gasta en crack. Su adicción crece, tensando su amistad y su vida familiar, y poco a poco pierde el control.