Le guérisseur (1953)

Una vez que aún era médico, Pierre Laurent se convirtió en curandero y se instaló en Bretaña. Su fama pronto estuvo a la altura de sus éxitos terapéuticos. Sus antiguos compañeros, al ver huir a la clientela, se agitan. A Pierre Laurent no le importa. Su devoción por sus pacientes despertó la admiración de una tierna jovencita, Isabelle. De la admiración al amor, sólo hay un paso, que a menudo se llama compromiso y que los dos jóvenes dan juntos. El as. El destino acosa al desafortunado taumaturgo. Un malentendido lo separa de su amado mientras sus enemigos logran llevarlo ante la justicia por el ejercicio ilegal de la medicina.