Dribbling Fate (1998)

La vida se ha movido demasiado rápido para Mane. a los 50 años asiste al lento sacrificio de sus ideales. Su esposa, Lucy, lo ha encerrado en una rutina diaria. Su trabajo en una pequeña tienda comercial y en una tienda de comestibles lo ha desgastado. Sus sueños se han evaporado en la sequía de la tierra batida de Mindelo. Ya olvidado, con su pasado de gran futbolista del Mindelense, en el San Vicente de Cabo Verde, sólo tiene la tardía compasión de sus amigos, vecinos y compañeros de café: "Era importante", "Era el portero de Cabo Verde". Verde", "¡Podría haber jugado en el Benfica!" Mane rechaza la pérdida de su condición de héroe. Al entrenar a un equipo juvenil se ve nuevamente en KALU, un joven rebelde pero talentoso. Lo guía un torbellino de pensamientos; también fue joven, tuvo oportunidades, sintió el aguijón del amor y desperdició su llama. Un balón de cuero golpeado brilla en sus manos una vez más, el Benfica, su club, lo convoca para la final de la Copa de Portugal.