The Good and the Bad (1975)

Una extensión de The Perfect Human,El bien y el mal es más largo,representación pseudo-documental más expansiva de la vida,no menos.Usando títulos espaciosos o encabezados de capítulos en los que la voz del narrador de Leth se detiene y nos impresiona mientras juega con el cliché "Caras","Cuerpos","Cosas","Acciones necesarias","Acciones innecesarias",Buenos pensamientos","Malos pensamientos","Sentimientos agradables","Sentimientos desagradables",y "Palabras" - la película consiste en escenas estéticamente excitantes y casi esquemáticas filmadas en el vacío del estudio de cine: rostros,cuerpos y cosas.Un hombre con un zapato.Otro hombre con un huevo duro del que habla y come.Una mujer le da una camisa a su marido.Una pareja que discute.Una mujer desesperada.Etcétera.No hay sombreado psicológico de los personajes,simplemente una serie de bocetos o ejemplos que son como sacados de diferentes contextos cotidianos.El hilo que lleva de vuelta a La vida en Dinamarca también está claro.El diálogo es escaso y se repiten frases o fragmentos de frases,hablado por diferentes actores y en diferentes roles,lo que puede verse como una acentuación de la cotidianidad de estas pequeñas expresiones y como una conciencia del lenguaje como tal.Además del trabajo de reparto profesional, la película utiliza varios modelos fotográficos,la artista de circo Diana Benneweis,y el ciclista ole Ritter,quienes posan frente a la cámara en pequeños cuadros.Además de la locura del proyecto, la película también contiene una serie de actos cómicos alocados con Claus Nissen para llevarlos a cabo.Él estalla en una canción mientras se lava las manos,baila en una habitación vacía,juega juegos rítmicos con la frase "No tengo nada en contra de los ritmos de bossa nova" y repite su misteriosa línea de cierre de The Perfect Human: "Hoy,también,Tuve una experiencia...El marco de las escenas está formado por un par de leitmotivs visuales a modo de fachadas de casas y paisajes.Además, una hermosa toma de viaje desde una avenida en momentos dramáticamente apropiados está acompañada por una de las dos melodías de Gunner Møller Pedersen de la película,cantada con voz de niña por Sanne Salomonsen.En 1999, Lars von Trier eligió la película para representar el cine danés en varios festivales de cine europeos durante un período de tres años ("15 x 15: European Cinema Heritage").