Det lille hotel (1958)

Marianne acaba de tocar una melodía que ella misma ha compuesto, cuando una ráfaga de viento, a través de la ventana abierta, se apodera de las partituras, de modo que revolotean en el aire azul. Calle abajo viene Per conduciendo. Busca a la adorable Marianne, que intenta atrapar su partitura. Pasa por alto a la igualmente adorable Birte, que llega en bicicleta y un accidente es inevitable. Afortunadamente, Birte no está herida, pero hay que llevar la bicicleta al herrero. Per está asombrado por los ojos azules de Marianne, y aquí Henrik entra en escena. Ayuda a Birte con su bicicleta averiada.