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Sergio, uno de los gladiadores más poderosos de Nerón, antes de una competencia inminente en la arena, va al campo, donde, en sus viajes, se encuentra con Florin, una pastora, de quien se enamora.Floria hace de Sergio su ídolo, adorando su enorme fuerza.Pero el gran rasgo divergente en sus personajes se revela cuando uno de los corderos de Floria es herido, provocando su verdadera miseria, que desconcierta por completo a Sergio, quien ridiculiza su ansiedad por el animal que sufre.Un poco más tarde, Sergio se casa con Floria y la lleva a Roma, donde la embriaga con las riquezas y los lujos de la ciudad.Todo es nuevo y maravilloso para la simple pastora, pero un día, impulsada por la curiosidad, sigue a Sergio a la arena.A través de una abertura en la pared, ve a su esposo, desnudo para la batalla, esperando a su oponente.Pronto aparece el gladiador en competencia, reacio a luchar y expulsado por los latigazos.Con el corazón enfermo, observa la cruel contienda.Su esposo gana la maestría y, a una señal de Nerón, con los vítores de la multitud que aplaude, atraviesa el cuerpo de su oponente con su espada.Los esclavos entran, arrojan una túnica sobre el cadáver y se lo llevan.La visión lúgubre llena a la dulce niña de completa repulsión, y en ese momento muere todo su amor.Con miedo y temblor, corre a casa y se agacha en un rincón, temerosa de la fuerza que, hasta ahora, tanto había admirado.Cuando Sergio regresa, intenta hacerle entender, pero ella no puede perdonarlo, y en la oscuridad de la noche ella escapa de la casa y se aleja.Sergio envía a sus esclavos a buscarla, pero su búsqueda falla, y Sergio decide buscarla él mismo.Floria se refugia en la casa de Pablo, el Apóstol, quien en ese momento, siendo considerado prisionero, poseía la libertad de su hogar y el derecho a continuar su predicación, aunque siempre encadenado a un romano.Él escucha su historia con simpatía, pero antes de que termine la entrevista, Sergio, con una rabia altísima, llega al lugar e insulta y amenaza brutalmente a Paul.Paul intenta superar los instintos salvajes del otro y, después de pensarlo un poco, aconseja a Floria que regrese con su marido.Contra su voluntad, Floria obedece.Sergio lleva a Floria a casa, y está a punto de golpearla, cuando ve una visión de la niña con el cordero herido.Al instante, parece comprender las tiernas simpatías de Floria, su mejor naturaleza se despierta, y esa noche vuelve a la casa de Paul, donde encuentra al discípulo predicando a la chusma, acentuando su discurso con el traqueteo de sus cadenas.El gladiador, impresionado por las amables palabras de Pablo, se regenera.Regresa a casa y recibe un edicto de Nero que le ordena que se prepare para una pelea de gladiadores.Se da cuenta de que si desobedece el mandato que gana se verá privado de su poder y riqueza, contra los cuales se equilibra sólo el amor de Floria.Sufre una tremenda lucha consigo mismo, y al momento siguiente rompe la espada sobre su rodilla, tira los pedazos, renunciando a todas las posesiones materiales por el amor de su esposa.Los dos, privados de todo menos de su fe y amor, regresan a las colinas y a la paz.