Madame Butterfly (1915)

Cho-Cho-San, una doncella del Reino Florido, se ha casado con el teniente.Pinkerton, un oficial naval estadounidense.Dos meses después de la boda, Pinkerton zarpa y le promete a su esposa, "Madame Butterfly", como él la llama, que regresará cuando "los petirrojos vuelvan a anidar".Para el oficial, el matrimonio no ha sido más que una historia de amor momentánea que se olvidará con su partida.Pero para Madame Butterfly era un pacto real y duradero.En su corazón lleno de amor y confianza no tenía ninguna duda de que él regresaría.Así que en la casita al pie de la colina donde habían pasado su alegre luna de miel, ella esperó a que él volviera a ella.Nació un bebé y la madre pensó con feliz anticipación en el momento en que su esposo vería a su hijo.Pasan dos años y todavía la mujercita sigue esperando, esperando que "los petirrojos vuelvan a anidar".Es sorda a las propuestas del rico Yamadori, un japonés americanizado, que se casaría con ella aunque la gente que la rodea, incluso sus propios padres, la miran como una paria.Entonces, cuando el cónsul estadounidense se le acerca para decirle que el teniente.Pinkerton, cuyo barco llegará pronto, se ha casado con una americana, la novia de su juventud, la ingenua fe de Madame Butterfly lo conmueve tanto que no puede realizar su tarea.Pero Cho-Cho-San se entera de que el barco debe llegar y con alegría prepara el hogar para su amo y señor.Llega la noche y se encienden las lámparas.La sirvienta y el bebé se duermen, pero Madame Butterfly continúa su vigilia, mientras las luces, como sus esperanzas, se apagan y solo queda una cuando llega la mañana.Luego va a su dormitorio y entran Pinkerton y el cónsul.Cuando Madame Butterfly regresa a la habitación con el bebé, el teniente se llena de lástima y se retira sin ser visto.El cónsul luego le cuenta la triste verdad y le entrega el dinero que su esposo le dio para ella.La niña se hunde desconsolada en el suelo.La esposa estadounidense de Pinkerton entra y trata de consolarla, pero Madame Butterfly le da el dinero del teniente y le pide que regrese más tarde.Luego, descorriendo las cortinas, se prepara para el suicidio.Ha tomado la espada de su padre de la pared y está a punto de hundirla en su pecho cuando su bebé se tambalea hacia ella.Para que el niño no vea, ella le venda los ojos y regresa detrás de la cortina.Entonces Madame Butterfly avanza tambaleándose, con un paño sobre su garganta sangrante.Ha estrechado al niño contra su pecho cuando Pinkerton entra y abraza a la niña moribunda cuyo rostro se ilumina con una felicidad infinita.