The Girl Who Wouldn't Quit (1918)

Roscoe Tracy, el capataz de un gran campamento minero, es injustamente condenado a cadena perpetua por robo y asesinato. En su ausencia, su pequeña hija Joan es criada por el superintendente de minas, Robert Carter. Muchos años después de la condena de su padre, Joan recibe una nota anónima en la que se le aconseja que examine el contenido de un cofre que se encuentra almacenado en cierto almacén. Carter, alarmado por este desarrollo, intenta asegurar el baúl él mismo, pero no antes de que Jim Younger y sus amigos lo compren en una subasta. Joan, que ama a Jim, le informa al joven sobre el valor del cofre, y cuando Carter y sus hombres roban la caja, Jim los persigue y lo recupera. El baúl contiene una nota que revela que Carter y su cómplice Joe Morgan, el telegrafista de la mina, incriminaron a Tracy por los crímenes que habían cometido. Tracy finalmente sale de prisión y Joan se casa con Jim.