Cheap Kisses (1924)

Al negarse a unirse a su familia en su nueva vida social cuando Henry Dillingham de repente se vuelve rico, Donald Dillingham provoca una desaprobación aún mayor al casarse con la corista Ardell Kendall. Al enterarse de que el famoso escultor Gustaf Borgstrom desea usar a Ardell como modelo, los Dillingham de repente dan la bienvenida a Donald y Ardell a su propiedad. Donald se rinde tanto a los placeres del jazz como a las atenciones de Maybelle Wescott, pero Ardell permanece distante y, para pagar, Maybelle amenaza al Sr. Dillingham con exponer su enamoramiento por una corista. La aventurera rompe su acuerdo de dejar a Donald solo, y Ardell le revela el trato a Donald, quien se va enojado. Ardell regresa tristemente a la cabaña de luna de miel de los Dillingham y encuentra a Donald arrepentido esperándola.