Gold Heels (1924)

Después de una racha de mala suerte en la pista de carreras, Boots y su amigo Push se han quedado sin dinero. Boots salva a un joven borracho llamado Kendall de que le roben sus considerables ganancias en la mesa de la ruleta y luego lleva a Kendall de regreso a su pequeña ciudad natal. Allí, Boots conoce a Pert Barlow y decide quedarse cerca de ella y trabajar en la tienda de su padre. El viejo Barlow posee un caballo de carreras averiado llamado Gold Heels, que Boots le compra y entrena para la gran carrera. En el orfanato local, un niño muere debido al deteriorado estado del edificio y Pert recauda suficiente dinero para construir un nuevo orfanato. El viejo Barlow se hace cargo del dinero, pero se lo roban. Boots es acusado del crimen y enviado a prisión. Sus amigos lo ayudan, carga Gold Heels en un remolque para caballos, conduce hasta la pista y observa a su caballo ganar la gran carrera. Kendall queda expuesto como el verdadero ladrón y Boots se reconcilia con Pert, cuyo padre les da su bendición para casarse.