Mujeres frívolas (1922)

Para enseñarle a su voluble hija Jacqueline los peligros de la infidelidad, el novelista Léon de Séverac le lee su último cuento: Al maniobrar por los favores de Zareda, una cautivadora aventurera parisina, el barón de Maupin envía a su hijo Iván a la guerra y toma el veneno que pretendía para el marqués Ferroni. Zareda se casa con el marqués, pero ella lo hace batirse en duelo con Iván, su verdadero amor, cuando Iván regresa. Ferroni es vencido pero vive lo suficiente para encarcelar a Zareda y matar a Iván. Jacqueline queda impresionada por esta historia y acepta a su fiel pretendiente, Henri.