Lena Rivers (1932)

Lena Rivers (Charlotte Henry), nacida en Nueva Inglaterra bajo una familia nublada, despojada de su madre al nacer, trasplantada con su abuela (Beryl Mercer) a la plantación de Kentucky de su tío y sufrió para permanecer allí por lástima y constantemente burlada por su prima Caroline. (Joyce Compton), encuentra un amigo en Henry Graham (James Kirkwood), propietario de la plantación contigua. El pupilo de Graham, Durrie (Morgan Galloway), es la niña de los ojos de Caroline, pero parece preferir la compañía de Lena a la de Caroline, lo que genera más discordia en la armonía del hogar. Cuando Caroline ve a Dorrie darle un beso de buenas noches a Lena, llena la taza de té amargo de Lena hasta rebosar con la información de que la madre de Lena nunca estuvo casada. Después de eso, el corazón de Lena comienza a odiar a su padre desconocido.