Eine Stunde Glück (1931)

Los dos alegres instaladores Eddy y Tommy están haciendo horas extras para asegurarse de que la gran exhibición de viajes de los grandes almacenes en los que trabajan esté lista para su exhibición. Afuera, ven a un pobre vendedor de periódicos, que mira con añoranza las cosas hermosas del escaparate. Así que simplemente deciden pasar de contrabando a los desafortunados adentro y competir para ganar su favor dándole regalos de los estantes de los grandes almacenes. En su frenesí de felicidad, no se dan cuenta de que la niña está tomando el pequeño juego divertido por la verdad. Cuando se da cuenta de que tiene que devolver los supuestos regalos, sale corriendo.