El caso del perro aullador (1934)

Un hombre muy nervioso llamado Cartwright entra a la oficina de Perry para que arresten al vecino por su perro aullador. Afirma que el aullido es una señal de que hay una muerte en el vecindario. También quiere un testamento escrito dando su patrimonio a la señora que vive en la casa de los vecinos. Todo es muy misterioso y al día siguiente, su testamento ha cambiado y Cartwright está desaparecido, al igual que la señora de la casa de al lado. Perry tiene un testamento y un retenedor y debe averiguar si tiene un cliente o un beneficiario.