El conde de Chicago (1940)

Silky siempre ha movido alcohol. Durante la prohibición, lo contrabandeaba desde Canadá, pero ahora que es legal, produce su propia marca. Siete años antes, envió a Doc a prisión porque Doc era un hombre honesto. Ahora que va a salir, Silky quiere que un hombre honesto sea su director general. Después de que llega un abogado inglés para demostrar que Silky es el nuevo conde de Gorley, Doc ve su oportunidad de sacar a Silky del camino. Pero Silky se lleva a Doc a Inglaterra para ver cómo vender sus propiedades y quedarse con el dinero. Si bien Doc sabe que ninguna propiedad se puede vender, no se lo cuenta a Silky. Mientras a Silky se le muestran todos sus deberes y responsabilidades, Doc está ocupado llevando a la quiebra su negocio en Chicago.