El murciélago diabólico (1940)

El Dr. Carruthers se siente amargado por haber sido traicionado por sus empleadores, Heath y Morton, cuando se hicieron ricos como resultado de un producto que ideó. Se venga agrandando eléctricamente a los murciélagos y enviándolos a matar a los familiares de sus empleadores inculcando en los murciélagos el odio por un perfume particular que ha descubierto, que hace que sus víctimas se apliquen antes de salir al aire libre. Johnny Layton, un reportero, finalmente se da cuenta de que Carruthers es el asesino y, después de ponerse el perfume, lo rocía con la esperanza de que Carruthers se delate. Uno de los dos es atacado cuando el murciélago gigante hace una de sus inmersiones de poder gritando y en picada.