Placer de tontos (1939)

Cuando el hombre de la canción y el baile Harry Van regresa de la Primera Guerra Mundial, encuentra trabajo difícil de conseguir. Su mayor éxito se produce como un hombre heterosexual en un acto de lectura mental de vodevil falso con la borracha Madame Zulieka. Mientras estaba de gira en Omaha, conoce a la acróbata Irene Fellara, y tienen un breve romance. Veinte años después, mientras Harry está de gira en Europa con una compañía de bailarinas rubias de piernas largas, su tren se detiene en la frontera suiza y se encuentra varado en los Alpes en previsión de las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial. Harry y sus coros se refugian en un hotel alpino con un grupo de viajeros dispares que también están abandonados allí. Entre ellos se encuentran un pacifista estadounidense, recién casados ​​británicos, un investigador del cáncer, un fabricante de municiones alemán y una bella aristócrata rusa expatriada rubia que se parece sospechosamente a la Irene de dos décadas antes.