Mystery House (1938)

El banquero Hubert Kingery invita a otros oficiales a su pabellón de caza solo para anunciar que uno de ellos ha falsificado documentos críticos de la empresa. Más tarde, lo encuentran muerto a tiros, aparentemente con su propia mano. Su hija, Gwen, es la única que no cree que haya sido un suicidio. Ella le pide ayuda a la enfermera de la tía, Sarah, quien sugiere a su novio detective, Lance, para la tarea. Cuando llega, no está seguro de que la muerte no haya sido un suicidio después de todo. Pero mientras investiga las pocas pistas disponibles, intenta separar los hechos de las falacias.