Talking Feet (1937)

Hazel, la hija de un pescadero del este de Londres, se dirige al ensayo de una pantomima cuando su perro Patch resulta herido en un accidente callejero. En un hospital local, el Dr. Hood (John Stuart) logra salvar la vida de Patch. Cuando Hazel descubre que es posible que el hospital del Dr. Hood tenga que cerrar, ayuda a la comunidad local a recaudar fondos para salvarlo. El Sr. Shirley (Davy Burnaby), el gerente de un teatro local, es persuadido para que permita que su lugar se use para un evento de recaudación de fondos. Hazel reúne a un grupo de talentosos lugareños para crear una emocionante noche de entretenimiento. El esfuerzo de recaudación de fondos es un éxito, y así se salva el hospital del Dr. Hood. La mayor parte de la segunda mitad de la película consiste en el programa de variedades, con varios artistas del día.