Port of Flowers (1943)

Los dulces pero ingenuos habitantes de una encantadora ciudad portuaria son engañados por un par de estafadores que se aprovechan de ellos al comienzo de la guerra. Pero el plan de los estafadores fracasa cuando se ven afectados por graves casos de conciencia. El debut como director de Kinoshita es alegre, afectuoso y, a menudo, muy divertido, que complace a la multitud y es un testimonio de la fe del cineasta en las personas.