Volcán de pasiones (1942)

El fiscal especial Lloyd Pearson ha sido asesinado y hay pruebas contundentes de que el jugador Moroni cometió el crimen, pero tiene una coartada hermética y pasó la noche con Brad McKay, reportero estrella de la Crónica. Norris, el editor, envía a Brad y su hijo, Guy Norris, para cubrir la historia. Brad se entera de que Moroni cometió el asesinato, pero no tiene forma de demostrarlo. Moroni le dice a Brad que el fiscal asesinado estaba obteniendo una recompensa, y que fue asesinado por su asistente Hugh Walker luego de una pelea. John Angus, propietario del Hi Lo Club, le dice a Moroni que Brad sospecha de él. Phyllis Walker le dice a Brad que su padre está en peligro por Moroni. Hugh Walker le ha dado una llave del casillero público donde se esconde algo de dinero. Esa noche, Brad encuentra a Moroni muerto. Se da cuenta de que hay un superior que hizo que Moroni matara a Pearson, y luego hizo que Moroni fuera asesinado. Se entera de que Walker ha sido secuestrado, pero asegura el dinero del casillero y lo esconde en su apartamento. Se encuentra con Alma Dorne en el club nocturno y, aunque se siente atraído por ella, sospecha que ella es cómplice de la pandilla. Él la sorprende mientras ella busca el dinero en su departamento y acepta ayudarlo. Norris convoca a Brad a su casa para que Brad le muestre qué evidencia ha reunido hasta ahora. Norris, a punta de pistola, le dice a Brad que ha recolectado demasiado. Brad toma ventaja al decirle a Norris que su hijo Guy está entrando en una trampa mortal. Norris se apresura a salvar a su hijo de la trampa que él mismo le había tendido a Brad.