Una chica que promete (1941)

La corista Gloria Winters está encantada de que el joven adinerado Randy Bradford esté tan ansioso por casarse con ella que le ha pedido que se fugue. Antes de que puedan irse, Mark Willows, que dirige una organización financiera de Wall Street fundada por el padre de Randy, se pone en contacto con él. Willows estipula que Randy será desheredado si se fuga con Gloria, quien naturalmente está molesta. Cuando va a ver a Willows, espera a un hombre mayor y su juventud y encanto la desconciertan. Sin revelar su verdadera identidad, Gloria consigue un trabajo en la empresa de Willows como telefonista, pero su desliz le cuesta a Willows una gran cantidad de dinero y él la despide. Él se calma y trata de compensarla, pero cuando visita el apartamento que comparte con su compañera de coro Sally Long, descubre quién es ella en realidad, pero se forma una atracción y, al final, Gloria se fuga con él.