Por amor al arte (1942)

Tony Miller (César Romero), un astuto y exitoso corredor de apuestas de hipódromos, se enamora de Helen Mason (Carole Landis), la gerente de una tienda de arte y ella lo introduce en un mundo de cultura que encuentra de su gusto, que incluye incursionar en casos leves de hurto de vez en cuando. Traslada sus manipulaciones de la pista al negocio del arte y se sorprende de que también tenga su cuota de cinceladores, algunos más listos que él, como un pintor llamado Gigi (J. Carroll Naish), que copia clásicos y los vende como originales.