La reina salvaje (1947)

El propietario de una mina de diamantes, Mark Harper (Douglass Dumbrille), contrata al piloto Steve Blake (Leif Erickson) y a su amigo Hoppy Owens (Frank Jenks) para buscar un pueblo escondido en la jungla cuyos nativos han creado problemas para sus operaciones mineras. Se estrellan cerca del pueblo y descubren que Meelah (Gale Sherwood), una niña blanca criada por los nativos después de que Harper matara a sus padres por su propiedad, es la cabeza del pueblo. Al regresar a la mina, Harper, que ya sospechaba de lo que pudieron haber descubierto y celoso de la atención que su esposa Connie (Veda Ann Borg) le está prestando a Steve, los encarcela mientras él dirige una expedición contra el pueblo y Meelah.