That's My Gal (1947)

Dos promotores de sharpie (Don Barry y Frank Jenks) montan un espectáculo que creen que es tan malo que no se reproducirá más de un día y, por lo tanto, no tendrán que pagar la larga lista de inversores, es decir, tontos y compradores. Pero uno de los inversores muere intestado y sus intereses pasan al estado. La secretaria del gobernador (Lynne Roberts) contrata nuevos talentos (los Four Step Brothers, Guadalajara Trio, St. Clair & Vilvoa, Dolores and Don Graham, et al) y una nueva orquesta (Jan Savitt), para que el espectáculo sea un éxito y una inversión rentable para el estado. Barry (en otra de la gran mayoría de sus películas en las que no fue anunciado como Don "Red" Barry), que se ha enamorado del primer Roberts facturado, se reforma y compra el excedente de acciones.