Sólo por esta vez (1952)

Mark MacLene le debe mucho dinero al IRS, a los bancos y a otros. El problema es que su fideicomiso gana $1,000,000 al año, pero gasta $150,000 cada mes. Su fideicomisario, Sam, utiliza el poder notarial y la cláusula de derroche para contratar a la frugal Lucille Duncan para que administre las finanzas de Mark. Presentada con miles de dólares por regalos y cargos de la noche anterior, inmediatamente cancela sus cuentas de cargo y devuelve tantos regalos como puede. Luego le asigna a Mark una asignación de $50 a la semana, lo que lo enoja aún más. Para deshacerse de Lucy, Mark se muda con ella y se asegura de que su novio Tom reciba un gran aumento, pensando que Tom se casará con Lucy y lo liberará de su estricto control.