Un chant d'amour (1950)

Los reclusos de una prisión francesa intentan satisfacer sus necesidades sexuales y emocionales dentro de los confines de sus celdas individuales. Dos reclusos en particular, que se encuentran en celdas contiguas, intentan establecer esa conexión con el otro, tanto física como emocional, en cualquier forma que puedan. En su intento actual de hacerlo, están tan absortos en la satisfacción que reciben de esa conexión que no se dan cuenta de que un guardia voyerista los ha estado observando a través de las pequeñas mirillas en las puertas de sus celdas, que de otro modo serían sólidas. El guardia fue informado de la actividad cuando uno de los dos hombres intentaba pasarle un ramo de flores silvestres al otro a través de las ventanas enrejadas de su celda. El guardia se enfrenta a uno de los reclusos. Aunque su encuentro es principalmente violentamente físico, cada hombre afronta la situación fantaseando sobre lo que realmente hay en su corazón.