Discreción asegurada (1951)

Steve Keiver, un joven abogado que trabaja para una compañía de seguros, escucha a su jefe comentar que está dispuesto a pagar una gran suma "sin hacer preguntas" por la devolución de una propiedad robada para evitar pagar una indemnización mucho mayor. Por iniciativa propia, Steve organiza un trato de este tipo y gana una buena comisión. Pero llama la atención de los gánsteres que piensan que es el intermediario ideal para futuros tratos similares (muchos de ellos). A medida que Steve se involucra más, la policía se interesa por él y está listo para ser traicionado.