Madres solteras (1949)

La veinteañera Sally Kelton es infeliz en su casa y en su monótona ciudad natal hasta que conoce al músico itinerante Steve Ryan. Sally se enamora de Steve, para quien ella es solo otra aventura antes de que él se vaya a otra ciudad. Cuando él se va, ella se sube a un autobús y lo sigue hasta su próxima parada. En el camino conoce a Drew Baxter, dueño de una gasetería en el pueblo que es su destino. Drew le ofrece a Sally una habitación en una pensión local y un trabajo en su negocio. Por mucho que lo intente, Drew no puede ganarse el corazón de Sally de Steve, quien se ha mantenido indiferente hacia ella desde su llegada. Cuando Steve se va a América del Sur, Sally se siente aún más abatida cuando se entera de que está embarazada de él.