Chicas descarriadas (1958)

Vera (Mara Corday) dirige un club nocturno que en realidad es una tapadera para su operación secreta: una red criminal exclusivamente femenina que ha estado logrando atracos tras atracos. La pandilla hace un gran trabajo con la ayuda de Agnes (Abby Dalton), una nueva recluta y conocedora con acceso a la nómina de un banco. Pero luego, la nerviosa Agnes amenaza con chillar, por lo que Vera la borra. Y cuando la hermana buena de Vera, Helen (Barbara Bostock), comienza a salir con el sospechoso policía Bill (Mark Richman), Vera se vuelve realmente feroz.