Gigantes y juguetes (1958)

Tan una película de su momento como Sweet Smell of Success y tan duradera en su pertinencia, esta cruel sátira es la obra maestra de Masumura, aunque un excelente guión (de una novela de Ken Kaiko) y un excelente elenco merecen su parte del crédito.Tres empresas de confitería están enzarzadas en una feroz rivalidad por una parte de un mercado cada vez más dominado por los dulces importados de Estados Unidos.Goda (Takamatsu), un joven ejecutivo de World Caramel, ve a una mujer joven que sale de compras y decide convertirla en una celebridad que pueda protagonizar su plan para una campaña publicitaria de la era espacial.Kyoko Shima (Nozoe), bastante guapa y con una dentadura excepcionalmente mala, acepta el tratamiento de Pygmalion como pato en el agua y pronto deja su trabajo en una empresa de taxis en quiebra y su familia disfuncional.El asistente de Goda, Nishi (Kawaguchi), que sale con una mujer ejecutiva de una empresa rival y resulta ser un espía industrial inútil, observa cómo tanto la chica como su jefe sucumben a la megacodicia;El final de la película gira en torno a si Nishi tendrá o no las agallas para seguir su propio camino moral o someterse a los dictados de Japan Inc.Con un ritmo agradable, una concepción ingeniosa y un diseño imaginativo, esta es la mejor de todas las películas proto-new wave.El director Masumura explora aquí la batalla incesante entre la búsqueda de ganancias y la ética comercial en el mundo corporativo cada vez más feroz de Japón.