La flor de Irupé (1962)

Tres ladrones de bancos matan a un guardia en un atraco y huyen con el botín.Buscando un lugar donde refugiarse, encuentran una choza aislada entre los esteros del Iberá, a orillas del río Paraná.La precaria casa está habitada por un anciano trampero, ermitaño y excéntrico.Los fugitivos se apoderan de la choza y deciden permanecer escondidos allí durante algún tiempo.Los días pasan lentamente.El aburrimiento, la inactividad y la falta de mujeres inquietan e irritan a los fugitivos.Una tarde, uno de ellos, Roberto, deambulando, se encuentra con una hermosa muchacha, de pelo rubio y piel muy pálida, bañándose desnuda en el río.Cuando él intenta acercarse y entablar una conversación, ella le da la espalda y se pierde en el monte.¿Es ella real o solo fue un espejismo?Al regresar a la choza, Roberto cuenta lo sucedido a sus dos secuaces.El viejo trampero les cuenta entonces la extraña y trágica historia de "la flor de Irupé", una leyenda que circula en la zona desde hace algunos años.Ella es un espectro femenino, una hermosa niña a la que se la puede ver bañándose desnuda en las aguas del río, en las noches de luna llena.Según la leyenda, la joven, hija única de una familia aristocrática local, fue encontrada muerta en esas aguas luego de una horrible tragedia.Durante su luna de miel, un jardinero demente atacó a su nuevo esposo y lo mató, luego violó a la joven esposa.Loca de dolor, la niña corrió hacia los esteros, metiéndose en las aguas, donde encontró la muerte.Desde ese trágico día, el fantasma de la bella joven regresa cada luna llena, con la esperanza de reencontrarse con su difunto esposo.Aunque es una historia inquietante, los delincuentes no se la creen.Pero unos días después, Roberto se reencuentra con la chica.Se llama Marta y resulta ser de carne y hueso.Allí mismo, el hombre y la mujer hacen el amor, y pronto se enamoran.Pero las cosas no serán tan fáciles para Roberto y Marta, "la flor de Irupé".