Saladino, el victorioso (1963)

Saladino, gobernante de los reinos que rodean el estado latino de Jerusalén, ataca a los cristianos en Tierra Santa mediante el saqueo de un convoy de peregrinos musulmanes, un grupo que incluía a su hermana. En una breve campaña contra viento y marea, Jerusalén es tomada y casi todo el Medio Oriente está en manos musulmanas. Se convoca nuevamente a Cruzada en Europa, y las fuerzas combinadas del rey francés, el emperador alemán y el rey inglés forman la 3.ª Cruzada, bajo el liderazgo de Ricardo Corazón de León de Inglaterra. Aunque los cruzados toman Accre, Saladino logra evitar la reconquista de Jerusalén y, al final, las negociaciones entre él y Ricardo (a quien Saladino admira como el único líder honorable) dejan Tierra Santa en manos musulmanas.