La maldición de la mano de piedra (1965)

Manos esculpidas en piedra, escondidas en los nichos de una casa antigua, son consideradas fuentes de una maldición por el habitante actual, un hidalgo rural adicto al juego; y, de hecho, va a una tumba temprana después de experimentar la bancarrota. La casa pasa entonces a otra familia, uno de cuyos hijos se obsesiona con las manos. Este hijo desarrolla tendencias sádicas y, adquiriendo poderes hipnóticos, se encuentra ejerciendo un control místico sobre la prometida de un hermano. Sin embargo, ella lo repele y, al hacerlo, rompe el hechizo. El hipnotizador, volviéndose hacia las manos de piedra, muere.