No somos ni Romeo ni Julieta (1969)

Roberto Negresco vive con sus padres Antonio y Trinidad y trabaja junto a su padre en un bar de meseros. Es una persona sumamente ingenua, lo que, junto con un extraño defecto que le impide pronunciar la "p", lo convierte en un ser bastante peculiar. Julita Caporeto vive con sus padres Nemesio y Charo, y también es una niña de un ingenio sin límites, al punto que, aunque lleva bastante tiempo saliendo con su novio Cayetano, todavía no sabe "cómo son los niños de París". ". En un guateque, Julita y Roberto se enamoran. El problema es que hay un gran obstáculo entre ellos: sus familias han estado enemistadas desde hace mucho tiempo.